El mundo de la música ha cambiado.
Hace décadas, si eras músico y querías grabar un álbum…
Tú y tu banda teníais que dejaros la piel en bares y locales todas las noches…
Y rezar para que hubiese algún pez gordo de la industria musical entre el público que quedase tan impresionado que os diese una oportunidad.
Pero las cosas han cambiado.
A día de hoy la tendencia en la producción musical va cada vez más hacia los home studios.
Hay mucha gente normal como tú y como yo haciendo una música genial desde dormitorios, garajes y sótanos…
Muchas veces con poco más que un ordenador, un micrófono USB y unos auriculares.
Solo hay que grabar una canción, subirla a Internet, esperar a que se haga viral y…hacerte famoso de la noche a la mañana.
Aunque no es tan FÁCIL, es así de SIMPLE.
Pero para que todo eso pueda pasar, primero tienes que aprender a grabar música.
Así que en el post de hoy os explicaré cómo hacerlo en 4 pasos…de principio a fin.
Empecemos…
Paso 1: Grabar
En los inicios de la producción musical…
El proceso era mucho más simple de lo que lo es a día de hoy.
Se podían grabar interpretaciones enteras en una sola toma, a veces con solo 1 o 2 micros.
Sin embargo, hoy en día utilizamos un procedimiento mucho más sofisticado: la grabación por pistas…
En el que cada instrumento se graba por separado y luego se une todo en una «mezcla».
Esto implica dos GRANDES ventajas:
- Permite al productor moldear y dar forma al sonido de cada instrumento de forma independiente al resto de instrumentos.
- Permite grabar uno a uno cada instrumento de una canción.
Con este nuevo método, un solo hombre puede hacer lo que antes requería un equipo completo de productores y músicos.
Aunque los pasos del proceso varían según el productor…
Así es como funciona en línea generales:
1. Crear una Pista de Guía
El primer paso es crear algún tipo de guía para que los otros instrumentos sepan qué seguir.
La mayoría de gente utiliza un simple click/metrónomo para fijar el tempo, pero como no todos los músicos saben seguir un metrónomo, también se puede usar un loop de batería pregrabado.
Y como no todas las canciones tienen un tempo fijo durante toda la canción, un tercer método es crear una primera pista a modo de borrador…
Grabando uno o varios instrumentos como guía, para luego volver a grabarlos por encima uno a uno hasta que se pueda eliminar el borrador original.
2. Grabar la Sección Rítmica
Como todo músico sabe, la sección rítmica es la base de cualquier canción. Cuando varias personas tocan juntas en un grupo o en una banda, todos siguen a la batería o al bajo.
Por lo tanto, tiene sentido que esos sean los primeros instrumentos en grabarse.
En las canciones que no tienen batería/bajo, se puede utilizar otro instrumento rítmico (como la guitarra acústica).
3. Grabar las Armonías
Cuando ya tengas una buena base, toca añadir la estructura de acordes.
Dependiendo de la canción, eso puede ser añadir guitarra acústica, piano, sintetizador, instrumentos de viento etc.
Cuando tengas una progresión de acordes básica, toca…
4. Grabar las Melodías
Dado que la mayoría de canciones utilizan varios instrumentos para formar la melodía…
Tiene sentido que grabes primero los más dominantes (normalmente la voz y la guitarra principal).
Luego siempre hay tiempo de rellenar los huecos con las melodías de soporte.
Después de eso, solo queda…
5. Añadir Color
Para darle los últimos retoques a la canción, se le añaden esos pequeños matices que le dan color y brillo a las pistas principales.
Algunos ejemplos típicos son:
- los coros
- rellenos de percusión
- rellenos de piano
- efectos sampleados
¿No Puedes Hacer Todo Eso Solo?
Como ya sabrás, una de las cosas más difíciles de grabar es encontrar a músicos competentes para tocar todos los instrumentos.
Con suerte tienes un grupo…o al menos amigos que puedan echarte una mano.
Pero muchos de nosotros NO tenemos nada de eso. En ese caso, te sugiero que le eches un vistazo a la web Fiverr, en la que puedes contratar a músicos para ayudarte a precios muy asequibles…
Hecho eso, estás listo para la siguiente fase…
Paso 2: Editar
Cuando ya tengas las pistas grabadas, toca pulirlas.
Porque da igual lo cuidadoso que hayas sido al grabar…
SIEMPRE hay algún fallo que puede y debe arreglarse…
Con las increíbles herramientas de edición que incluyen los DAWs de hoy en día.
Normalmente, la edición se lleva a cabo a través 5 tareas:
- Arreglos
- Comping
- Reducción de ruido
- Edición del tiempo
- Edición del tono
En la parte de arreglos, se suele echar un vistazo general a todo lo que llevas hecho para evaluar qué funciona y qué no.
Por ejemplo, puedes:
- eliminar pistas que no añaden valor.
- cortar partes de pistas que sobran y emborronan la mezcla.
- mover una sección a un sitio nuevo de la canción.
- borrar secciones completas de la canción.
Con el comping, se comparan las pistas que haya duplicadas para quedarse con la mejor toma. Si quieres, puedes incluso elegir los mejores versos de cada toma y combinarlas en una sola pista.
Mediante la reducción de ruido, se cortan los sonidos que van antes, después y entre cada sección de audio en los que haya algún instrumento sonando.
Con eso, se eliminan:
- las voces de fondo
- zumbidos del amplificador
- pasos
- chirrido de las sillas
- el sonido de la respiración
Para reducir el ruido más aún, puedes añadir un filtro pasa altos por debajo del rango inferior de frecuencias de la mayoría de instrumentos graves, para eliminar cualquier resonancia.
Mediante la edición del tempo, se pueden arreglar las notas fuera de tempo, a través de uno de estos dos métodos:
- Está el método «cortar y pegar», que funciona bien en instrumentos de percusión.
- O el método del «time-stretching», que funciona bien en casi todos los instrumentos.
Con la edición del tono, se puede cambiar cualquier nota que suene raro para que suene afinada, utilizando Auto-Tune o cualquier otro software del estilo.
Normalmente se utiliza para las voces, pero también funciona bien en la mayoría de instrumentos melódicos.
Pues con eso hemos visto cómo se edita.
En la siguiente fase…
Paso 3: Mezclar
Cuando tengas las pistas arregladas a tu gusto…
El siguiente objetivo es hacer que todas se integren en una sola, en lo que se conoce como «mezcla«.
Aunque mezclar es un arte y se puede hacer de muchas formas…
Hay algunos pasos fundamentales que todo el mundo sigue…
Por ejemplo:
- Balancear los faders – para que ningún instrumentos suene demasiado alto o demasiado bajo en relación al resto.
- Panear – para que cada instrumento tenga su propio espacio en la imagen estéreo, de la misma forma que cada músico tiene su propio espacio sobre el escenario.
- Ecualizar – que abre espacio para cada instrumento en el espectro de frecuencias, para que ningún instrumento tenga que competir con otro por la misma banda de frecuencias.
- Compresión – que equilibra el rango dinámico de un instrumento para que cada nota se escuche con claridad y la mezcla suene más alto.
- Reverb – que crea espacio tridimensional en la mezcla, añadiendo sensación de profundidad y unificando los instrumentos bajo un mismo sonido ambiente.
- Automatización – que te permite cambiar la configuración en distintos puntos de la canción, para darle a la mezcla sensación de movimiento.
Una vez que hayas empleado estas herramientas en tu mezcla y todo suene genial…
Por fin es momento de pasar al últimos paso…
Paso 4: Masterizar
Antes de que la canción esté lista para masterizarse…
Todas las pistas tienen que ser re-grabadas en un único archivo estéreo…
O lo que es lo mismo, tienes que crear el «bounce» como se le conoce en el mundillo.
Cuando lo tengas, se emplean varias técnicas de masterización para darle los últimos retoques a la canción…
Para que suene todavía mejor.
Entre las técnicas más comunes, destacan:
- Maximizar el volumen – aplicando compresión y limitadores, para que el nivel medio de la señal sea lo más alto posible sin sacrificar demasiado la dinámica de la canción.
- Equilibrar frecuencias – aplicando ecualización y un proceso llamado compresión multibanda, que permite comprimir bandas de frecuencias de forma independiente al resto del espectro.
- Amplitud estéreo – con un plugin especial diseñado para añadir una mayor sensación de «amplitud» a las frecuencias altas de la mezcla.
Cuando todo suene perfecto, se convierte la pista a la frecuencia de muestreo (sample rate)/profundidad de bits (bit depth) correspondiente. Por ejemplo, el audio de un CD es a 44.1 kHz/16 Bits.
¿Hacerlo Tú Mismo o Subcontratarlo?
En pocas palabras, masterizar es complicado. Y si no sabes lo que te haces, es fácil que solo lo empeores todo, en vez de mejorarlo.
Por eso es muy habitual que, en vez de hacerlo ellos mismos, los ingenieros especializados en la mezcla subcontraten la tarea a aquellos otros ingenieros especializados en la masterización.
Ahora bien…
Si aun así quieres probarlo, estos son los software que recomiendo:
Un buen ingeniero de masterización cuesta un dinero que no todo el mundo tiene o quiere gastarse en eso.
Por suerte, hoy en día hay muchos ingenieros freelancers o autónomos online dispuestos a trabajar a muy buenos precios.
Como ya he mencionado en este artículo, Fiverr es un sitio genial para encontrarlos.
- Haz click aquí para ver la lista de todo lo relacionado con el audio/producción musical…incluyendo: Edición, Mezcla Y Masterización.
Ahora bien…
Visto esto, la siguiente pregunta que hay que hacerse es…
¿La masterización es necesaria siempre?
Hace décadas, cuando todas las grabaciones de estudio estaban destinadas a la venta, se masterizaba todo.
Sin embargo, a día de hoy…como muchas grabaciones amateur se hacen «porque sí«…
Hay muchos home studios que hacen su propia masterización o que directamente se la saltan, y no pasa nada.
Si solo compartes tu música con tus amigos y con tu familia…¿Qué más da?
Pero…
- Si quieres grabar música a nivel profesional, o…
- Si simplemente quieres que tu música suene lo mejor posible…
Es IMPRESCINDIBLE que masterices las mezclas.